Todos tenemos nuestra esencia, perdura por siempre, hasta después de la muerte. La humildad, amor, la lucha diaria, es la aberración, a la vida. La conversación, tranquiliza el alma, alimenta el corazón. No te preocupes, de lo que carece de importancia… En la vida sin prisas pero sin pausa toda irá bien, cuando una puerta cerramos una ventana se abre, escuchar nuestro interior hora de actuar.
martes, 15 de septiembre de 2009
Todos tenemos nuestra esencia, perdura por siempre, hasta después de la muerte. La humildad, amor, la lucha diaria, es la aberración, a la vida. La conversación, tranquiliza el alma, alimenta el corazón. No te preocupes, de lo que carece de importancia… En la vida sin prisas pero sin pausa toda irá bien, cuando una puerta cerramos una ventana se abre, escuchar nuestro interior hora de actuar.
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